El tono con el que habla tu marca es tan importante como la identidad visual. Y eso es precisamente Branding, definir y crear una marca controlando todas sus manifestaciones tanto gráficas como textuales: mensajes, publicidades…
Para que haya coherencia entre la esencia de una marca y su tono de voz es necesario definir la personalidad de marca. Se trata de pensar en nuestra marca como una persona y definir qué diría o qué evitaría en todas las situaciones.
De esta forma conseguiremos ser siempre una marca coherente y unificada puesto que sabremos cómo debe ser un copy en una valla publicitaria o qué responder a una reseña en redes sociales de algún cliente.
Primero: personalidad de marca
La forma de andar, cómo habla, las expresiones de alguien son algunos de los aspectos que reconocemos de las personas. En las marcas ocurre lo mismo. No solo nos acordamos de ella por sus productos servicios o logotipo. La forma que tienen de hablar o ser es fundamental para transmitir su esencia. No es lo mismo mostrarse competitivo si, por ejemplo, se trata de una marca deportiva que mostrar empatía y preocupación por causas sociales si nos referimos a alguna organización sin ánimo de lucro.
Para ser lo que queremos ser es importante vestir y dotar de comportamiento a nuestra marca.
Es decir definirla al igual que lo haríamos con alguna persona. Destacar sus valores, pensar sus respuestas en situaciones cómodas y otras no tanto. Porque en definitiva, nuestras marcas deben tener un carácter para poder construirse y provocar una determinada percepción en su público.
Los 12 arquetipos de Jung son una guía perfecta para encontrar la personalidad de tu marca e ir pensando cómo será el tono de voz que debe tener.