Si tenemos bien interiorizado lo que es una marca, aplicaremos marca siempre. Nuestro logotipo, nuestro claim, pero también lo que escribimos tiene que llevar la personalidad y esencia de la marca.
Ya hemos hablado anteriormente de la importancia de crear un tono de voz para que nuestro negocio se comunique siempre de la misma forma y de esa sensación de personalidad que tenemos los humanos. Pero, no podemos olvidar que nuestra marca tiene unos valores que deben siempre transmitirse.
En definitiva, volvemos a pensar en nuestra marca como una persona. La forma en la que habla (ese tono de voz) y lo que dice deben estar siempre presente. Por eso es importante que cada vez que se incorpora alguien al equipo de trabajo se haga unas sesiones de formación para que entienda al 100% cómo es la marca y trate de aplicarlo hasta en un correo electrónico que envíe.
Escribir un tono de voz a veces no es fácil
Es evidente que los humanos tenemos la ventaja de usar las expresiones corporales, las entonaciones de nuestra voz o podemos reírnos en determinados comentarios para transmitir la sensación que queremos. Sin embargo, ¿cómo consigue eso una marca únicamente con la escritura?
Pues, como ya hablamos en su día, a través de un tono de voz definido y mediante un comportamiento de marca.
Se trata de trabajar cada circunstancia escrita a la que se enfrenta nuestro negocio e imaginar todas las situaciones (desde la más ideal a la más conflictiva) y proponer qué tipo de expresiones usaremos y cuál otras desecharemos. Esto se hace fácil si contamos en nuestra empresa con unos valores y principios bien definidos que rijan todo nuestro comportamiento. Y por supuesto nuestra personalidad.
Empecemos por el principio
Si nuestra marca es una marca humorística, si tenemos que comunicar algo menos agradable tendremos qué pensar cómo hacerlo manteniendo esa esencia de humor. En estos casos, por ejemplo, ofrecer una alternativa divertida puede salvar la situación. Supongamos que vendemos equis producto cuyo precio ha aumentado por el coste que lleva las materias primas.
Podríamos recurrir a algo así: “Nos cuesta un montón decirte que nuestro producto X, uno de tus favoritos, ha subido de precio. La verdad que haciendo cuentas no nos ha quedado más remedio que tomar esta decisión. Y es que a nosotros también nos han hecho una buena faena subiendo el coste de esta materia prima con la que elaboramos nuestro producto. Sí que es verdad que podríamos haber optado por otra de menor precio y no decirte nada, pero nos negamos a perder calidad. Sabemos que esto no te va a gustar y menos siendo hoy viernes. Pero sabemos que hace un mes que compraste la última unidad y que pronto tendrás que hacer un nuevo pedido, así que te regalamos los portes gratis. Cuando vengas a comprar, introduce este código y al menos nos ahorramos un pellizquito. Ojalá puedas entendernos y sigas con nosotros muchos años más”.
Si por el contrario nuestra empresa es de informática y hemos decidido mantener una jerga técnica, en cada comunicación deberemos ser creativos con la redacción. Quizá usar el código binario (aunque enviemos el copy traducido) nos ayudará a hacernos un hueco en los recuerdos de nuestro consumidor.
Se trata, en definitiva de ser creativo y de mantener lo que nuestra marca es en todos los soportes.
Cultura de empresa
Para que esto sea posible es necesario involucrar a todos los trabajadores. No podemos permitirnos que haya muchas desviaciones de nuestro tono de voz y personalidad. La idea es que desde los copies de nuestra web o redes sociales hasta los argumentos del equipo de venta deben sonar igual.