Adecuar nuestra marca y nuestros mensajes puede ser una tarea algo más fácil si previamente hemos definido nuestro buyer persona, es decir, nuestro cliente ideal.
Si pretendemos tener ingresos con nuestro negocio debemos saber que es importante conocer a la perfección a qué persona le queremos vender nuestros productos o servicios. Y no basta con definir la edad, geografía o género. Conocer sus características, estilo de vida, situación laboral y aficiones te ayudará a crear estrategias que te hagan posicionarte todavía más cerca de tu comprador ideal.
La idea es crear un tipo de cliente con información emocional. Para poder crearlo es necesario que acudamos a estudios y que seamos capaces de ponernos en el lugar de ellos. Hacer entrevistas a perfiles que consideremos interesantes para nuestro producto o servicio también podrá ayudarnos en esta tarea fundamental.
Para comenzar puedes realizar una serie de cuestiones que te ayudarán a hallar el cliente perfecto. Al igual que cuando definimos un público objetivo, los datos demográficos, edad, genero y lugar de residencia son fundamentales.
Pero ahora, para un buyer persona, debemos conocer tipos de empleo e incluso qué nivel de estudios tiene. Por otro lado resulta imprescindible saber qué tipos de canales comunicativos utiliza nuestro cliente ideal. Necesitamos saber cómo reciben información para acercarnos a ellos por esos mismos canales.
Las inquietudes, necesidades y aficiones también interesan. Necesitamos saber lo máximo de nuestro buyer persona para poder crear un contenido que le satisfaga sus necesidades de información y poco a poco posicionarnos como referentes para la consulta de información que podrá convertirse, finalmente, en una venta.