Algo tenemos dentro que nos activa e inquieta. Vivimos ideando otras posibilidades, preguntando ¿y si…? Cambiando las palabras, relacionándolas con otras que nada tienen que ver. Haciendo de un triángulo una historia con inicios, en medios y finales inesperados.

Sí, a veces se transforman en chistes fáciles y otras no tanto. Incluso necesitamos un papel para explicarlos y un dibujo para ilustrarlos. Aunque eso sí, todos lo acabamos entendiendo, o al menos eso dice el equipo… La verdad es que conocernos de esa forma nos ha hecho ser Soda. Porque hemos encontrado el punto en común del equipo y la forma de explotar ese talento para hacer buenos proyectos. Explotar, como las burbujas de una soda.

Suponemos que es lo que ocurre cuando se unen casi diez inconformistas con diferentes habilidades pero con el don de aplicar creatividad en todo. ¡Ah! E insistentes. Porque la verdad es que sin implicación la cosa se complica. Pero por suerte eso también lo tenemos.

Nos hemos construido como una agencia de branding rebelde. Diseñadores, estrategas de negocio y expertos en comunicación con una particularidad: preguntar el por qué, para qué y darle la vuelta a la tortilla. Ni siquiera lo más simple lo dejamos estar. Lo mejor de todo es que nuestras ideas no necesitan calzador. Se adaptan perfectamente a la naturaleza de una marca. ¿Será la magia de la estrategia?.