La transformación digital es un término que está de moda. Pero además de ello, es motivo de debate entre los que trabajamos en ese campo y de confusión para el resto. Asimismo, la transformación digital es también una de las tendencias más prometedoras e impactantes en la evolución de los negocios en la actualidad. ¿Por qué? Pues porque lleva consigo la posibilidad de modernizar el funcionamiento de las empresas, el mercado y la forma de servirlo. Y más aún, la transformación digital ofrece una visión única de cómo las tecnologías disruptivas están afectando al comportamiento humano, a sus expectativas y a sus valores. Estos modelos de negocio están guiando -y lo continuarán haciendo-estrategias e inversiones en tecnologías e infraestructuras de soporte más empáticas y orientadas hacia las personas.
Las organizaciones que se denominan Digital Masters conocen dónde y cómo invertir en una oportunidad digital. El tamaño de la inversión no es tan importante como la razón de la misma y su impacto. Estas empresas ven la tecnología como una manera de cambiar la forma en la que hacen negocios: atraer a sus clientes, mejorar operaciones internas e incluso, sus modelos de negocio. Para estas empresas, las nuevas tecnologías tales como redes sociales, movilidad y analítica de datos no son un fin en sí mismas, sino herramientas para estar más cerca de sus clientes, capacitar a sus empleados y transformar sus procesos internos de negocio.
Para las Digital Masters el liderazgo comprometido es más que una palabra de moda. Es la palanca que convierte la tecnología en transformación. Estudios como el de Westerman (2014) no encontraron ejemplo alguno de transformación exitosa cuyo origen tuviese lugar de abajo hacia arriba. Más bien al contrario, en todos los casos la transformación estuvo lideraba de arriba hacia abajo, marcando la dirección a seguir, construyendo e identificando los momentos clave y asegurando que la empresa lo continuaba.